Hoy hemos hablado con Eric, expatriado de gran diáspora venezolana en Estados Unidos. Nos ha concedido unos minutos para explicarnos los motivos que le llevaron a dejar su país y qué tal va su vida en Miami.
¿Qué te llevó a Miami? ¿Estás trabajando en estos momentos?
Me vine a los Estados Unidos debido a la poca fiabilidad de los servicios públicos en Venezuela, muy especialmente de los servicios de electricidad, agua potable, así como los de comunicación, telefónica e internet. Ahora estoy concretamente y es que en el mismo estado de Florida reside mi hija y mi actual pareja. Desde aquí trabajo prestando servicios y asesorías en el área de seguridad privada a nivel mundial (no incluye USA) pero principalmente en Latino América y Caribe, razón por la cual el servicio de internet y telefónico es crítico para mi trabajo. Desde aquí puedo llevar a cabo mi trabajo sin tantos problemas como en Venezuela.
¿Te has adaptado al estilo de vida? ¿Qué te chocó más al llegar?
Sí, creo que sí. Me he adaptado poco a poco y no me ha costado tanto, aunque a veces me pega la nostalgia por mi Caracas y por toda Venezuela.
Hasta ahora lo que más me ha impactado en Estados Unidos ha sido el sabor tan diferente de la comida, de las frutas, del pescado, las aves y la carne. No tiene nada que ver con el sabor de los productos en mi país.
¿Qué echas de menos de tu país?
Bueno, no es fácil a veces y es que echo de menos todo, su gente, el sabor de nuestra comida, los diferentes climas que tenemos.
¿Te ha sido difícil hacer nuevos amigos?
Este tema ha sido más sensible. Visto que trabajo la mayoría del tiempo de mi casa no tengo la oportunidad de socializar y hacer amigos.
¿Qué recomiendas a los latinos que quieran instalarse en Miami?
Que sean conscientes de la oportunidad que tenemos de vivir en este gran país. Debemos aprovecharla al máximo, dar lo mejor de nosotros, siendo siempre educados y humildes, aprendiendo y capacitándonos constantemente, resaltando siempre los valores positivos que nos inculcaron nuestros padres, maestros y profesores y dejando bien alto nuestro el pabellón de nuestro gran país.
