Tener un bebé en el extranjero: ¿Debería quedarme o regresar a casa?

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Escrito por Estelle el 25 febrero, 2024
Ya sea intencionalmente planeado o inesperado, descubrir que estás embarazada mientras vives en el extranjero puede llevar a consideraciones significativas sobre tu futuro en el país actual. Varios factores, como situaciones personales y planes futuros, pueden influir en esta decisión: ¿deberías quedarte o regresar?

Para los expatriados que han planeado su embarazo, muchos probablemente ya han sopesado cuidadosamente los pros y los contras. Probablemente hayan tomado una decisión bien informada basada en sus aspiraciones para el futuro, situación financiera y profesional, calidad de vida, y la atención médica y el apoyo disponibles en el país durante el embarazo y el posparto. Algunos pueden sentirse profundamente arraigados en el país y no tener intención de irse, especialmente si su pareja es de allí. En tales casos, la pregunta de si quedarse o irse ni siquiera podría surgir. Por el contrario, para otros, el embarazo puede marcar el fin de su experiencia como expatriados, lo que los lleva a regresar a casa.

Pero, ¿qué pasa con otros? Naturalmente, esta pregunta es más compleja. Consideremos una pareja que se ha trasladado recientemente a un nuevo país, con planes de quedarse durante unos meses o años por motivos profesionales o personales, y que no había previsto empezar una familia en esta etapa. Sin embargo, ahora que están esperando un hijo, puede parecer más viable regresar a su país de origen.

Los mejores y peores países para las mujeres embarazadas

La atención prenatal, la cobertura, los costos, el permiso de maternidad y paternidad obligatorio, los riesgos para la salud y los hábitos varían enormemente de un país a otro.

Por ejemplo, Islandia se destaca como uno de los países más amigables para las familias del mundo, ofreciendo un permiso de maternidad de 12 meses y cubriendo el 100% de los gastos de maternidad y parto. Según un ranking de 2021 de países con las mejores condiciones de maternidad, Japón, Estonia, Finlandia, Noruega y Dinamarca son otros destinos deseables para los expatriados. Canadá también es notable por su política de permiso de maternidad de 12 meses. Sin embargo, en Estados Unidos, el permiso de maternidad es casi inexistente. Aunque se pueden solicitar hasta 12 meses de permiso, generalmente no se remuneran en la mayoría de los estados (con algunas excepciones como Rhode Island, Nueva Jersey y California que ofrecen un 50% de permiso remunerado).

Para aquellos que prefieren dar a luz en casa en lugar de en un hospital, los Países Bajos son el destino ideal. Es el único país europeo donde los partos en casa no solo están permitidos, sino también fomentados. En los Países Bajos, suponiendo que todo vaya bien, tanto la madre como el bebé pueden abandonar el hospital de maternidad solo cuatro horas después del parto. Sin embargo, en algunos casos y países, como Italia, las cesáreas pueden ser obligatorias para embarazos gemelares.

Finalmente, según un ranking publicado hace unos años por la ONG Save the Children, los peores países para el embarazo (y, por lo tanto, donde la decisión de regresar no sería una mala idea) son Somalia, la República Democrática del Congo, la República Centroafricana, Malí, Níger, Gambia, Costa de Marfil, Chad, Guinea-Bisáu, Sierra Leona y Haití.

Cultura y tradiciones

La cultura juega un papel significativo en decidir si quedarse en el extranjero y adaptarse o regresar al país de origen. Algunos podrían sentirse más cómodos criando a un hijo en su país de origen, donde están familiarizados con el sistema de salud, el idioma y las prácticas culturales. En Etiopía, el embarazo se celebra con ceremonias animadas, rituales y bendiciones, similares a las tradiciones en India, Japón y Hawái. Esto puede ser inquietante para aquellos que no están acostumbrados. En contraste, en países escandinavos como Suecia y Noruega, el embarazo se ve como un momento de relajación, con mujeres embarazadas recibiendo un amplio permiso de maternidad y padres igualmente involucrados, un concepto aún relativamente poco común en todo el mundo. Además, estos países ofrecen una atención médica de alta calidad y un enfoque holístico de la maternidad, que incorpora aspectos psicosociales.

En Italia, la familia tiene una importancia significativa, y las actitudes hacia la maternidad a menudo pueden inclinarse hacia lo tradicional, dependiendo de la región. Los padres suelen tener menos participación, a menudo solo recibiendo unos pocos días libres cuando nace el bebé. Por el contrario, los abuelos a menudo desempeñan un papel crucial, con algunos padres que dependen de ellos para el cuidado de los niños mientras trabajan en lugar de enviar a sus hijos a guarderías.

En América Latina, especialmente en México, el embarazo a menudo está rodeado de rituales religiosos, como bendiciones prenatales y fiestas dedicadas a la Virgen María, lo que ilustra la profunda influencia de la fe y los valores familiares en esta región.

En Japón, todo sigue siendo privado en el primer trimestre, lo que resulta en un enfoque más discreto de la maternidad. Otros países hacen lo mismo y no revelan oficialmente el embarazo de inmediato, especialmente en Europa. Pero esto no impide preguntas indiscretas.

Algunas culturas tienen normas o expectativas específicas que pueden parecer desconcertantes o demasiado restrictivas para algunas personas. Estos factores culturales también pueden influir en la decisión de quedarse o irse. En Arabia Saudita, las estrictas leyes influenciadas por una interpretación conservadora del Islam pueden imponer limitaciones a la movilidad de una mujer embarazada y hacer cumplir expectativas sociales estrictas sobre su comportamiento. Por ejemplo, podría ser mal visto que una mujer embarazada viaje sola, lo que puede requerir la aprobación de un miembro masculino de la familia para ciertas actividades. Del mismo modo, en ciertas regiones de India, un país profundamente arraigado en la tradición, el embarazo puede estar sujeto a expectativas sociales rígidas, con presión para tener un hijo varón que lleve a prácticas discriminatorias.

Consideraciones a tener en cuenta

En primer lugar, es importante evaluar la calidad de la atención médica disponible en tu país de acogida, incluidas las instalaciones y los profesionales médicos para la atención prenatal, el parto y el apoyo posparto. Además, pregunta sobre el acceso a la seguridad social y las opciones de seguro de salud

 disponibles para los gastos relacionados con el embarazo. Considera la flexibilidad de las situaciones profesionales tanto tuyas como de tu pareja, así como la disponibilidad y los términos del permiso de maternidad. Si bien algunos países ofrecen beneficios de maternidad, los detalles pueden diferir significativamente.

¿Tienes suficiente estabilidad financiera para mantenerte a ti y a tu recién nacido? Considera si recibirás más ayuda en tu país de acogida o en tu país de origen. Es crucial evaluar tus recursos financieros actuales, que idealmente deberían cubrir los gastos relacionados con el embarazo y el parto, incluidos los costos médicos y otros gastos relacionados con la maternidad.

También se debe considerar la seguridad en general. Asegúrate de sentirte seguro y de que las condiciones ambientales no representen riesgos, y compáralas con las de tu país de origen.

Regresar a tu país de acogida después de dar a luz

Otra opción, si deseas dar a luz en tu país de origen con familiares y amigos, es regresar a casa durante todo el período de maternidad y luego volver a tu país de acogida cuando tú, tu pareja y tu hijo estén listos. De esta manera, si no estás listo para renunciar a tu vida de expatriado, podrás comenzar esta nueva vida con más serenidad.

De hecho, tomar una decisión así requiere algo de planificación. Por ejemplo, si estás empleado en el extranjero, consulta con tu empresa sobre opciones como el trabajo remoto desde otro país o el permiso de maternidad y paternidad extendido. Considera los aspectos legales en tu país de expatriación, ¿estarás cubierto por la seguridad social y, de ser así, cuáles son las condiciones? En resumen, hay numerosos factores a considerar, pero abordarlos contribuirá en última instancia a una transición más fluida a la paternidad antes de embarcarse en nuevas aventuras.

Decidir si quedarse en tu país de acogida o regresar a casa durante tu embarazo es algo muy personal. Algunos expatriados pueden optar por quedarse, otros por regresar a casa y algunos pueden optar por regresar temporalmente antes de reanudar su vida de expatriado. Las diferencias culturales, las condiciones de atención médica y las circunstancias personales influyen significativamente en esta decisión. Considera cuidadosamente los pros y los contras y toma la decisión que creas que es mejor tanto para ti como para tu hijo.