Preséntate. ¿De dónde eres? ¿Cuánto tiempo hace que vives en Atenas? ¿Cómo te ganas la vida?
Soy María Jose, aunque en Grecia todo el mundo me conoce como Palladía, hace poco me cambié de nombre, soy de Granada de un barrio del centro, del Zaidin. Viviendo en Atenas llevo tres años.
Soy mamá de un niño que hace home-schooling en casa, así que mi tiempo se lo llevan el peque y su educación, pero también soy guía turística y trabajo temporalmente en una empresa de atención al cliente.
¿Por qué decidiste cambiar de país?
Te podría decir que la crisis y blabla, pero no es cierto. De haber emigrado por la crisis me hubiera ido al norte. Lo cierto es que llevaba casi 10 años viniendo a Grecia de vacaciones y otros tantos con Grecia en mi alma. Mi religión, soy politeísta helena, mis pasiones, mis hobbies y mi corazón le pertenecen a esta tierra desde que tengo uso de razón. Al final solo decidí hacer lo coherente y mudarme al país con el que llevaba soñando años. A la Tierra de los Dioses.
¿Qué trámites y formalidades has tenido que hacer para instalarte?
Pues poca cosa, estuve en la embajada al principio para registrarnos. Después comencé a trabajar en una empresa que se encargó de sacarme el número fiscal y el número del seguro médico, también la cuenta de banco. Como aún estamos dentro de Europa, no he tenido que pedir permiso de residencia ni nada muy complicado. Y gracias que fue así, la burocracia griega es peor que la Española.
¿Cómo fue tu instalación?
Buena, perfecta. Al principio piensas que has hecho una tontería, que jamás debiste haberte ido de casa, que el lenguaje es complicado… pero luego si conectas con la gente, si dejas de poner resistencia con “lo que traes” para atreverte a descubrir otras cosas, todo se vuelve un poco menos complicado.
¿Has tenido dificultades para adaptarte: la gastronomía, las costumbres, el clima..?
Solo tengo problemas porque socialmente hablando, Grecia está atrasada unos 40 o 50 años respecto a España. La separación entre Iglesia y Estado no existe y las costumbres de la Iglesia “Ortodoxa” inundan literalmente todo el país. Desde colegios, hasta conversaciones diarias. Esto podía no ser un problema, pero soy mujer, lesbiana, casada con una mujer y con una religión “pagana”, que es la religión tradicional de los griegos pero que ellos no reconocen como tal, así que habitualmente tengo que decir que mi mujer es mi amiga o mi hermana para poder alquilar un piso sin que el dueño que ya tiene cierta edad se asuste o haber elegido para mi hijo la educación en casa a través del CIDEAD de España para evitar que cada mañana lo obliguen a rezar en el colegio. Esa Grecia que parece dormida en la Edad Media, que toca las campanas de luto cuando se aprueba la ley de parejas de hecho para homosexuales durante cinco horas en las iglesias. Esa es la que me ha costado trabajo asimilar. Y aceptar. Afortunadamente, veo otra muy diferente cada día. Otra que vine buscando y que me gusta más.
¿Lo que más te sorprendió?
Ya conocía el país cuando me vine a vivir aquí así que me sorprendieron pocas cosas. Había venido solo como turista pero durante unos cuantos años. Quizás lo que más me ha sorprendido en este tiempo ha sido la calidad humana de la gente. El sentido del honor y del deber que tiene este pueblo desde la cuna hasta la tumba y que va más allá de cualquier religión o cualquier idea política.
¿Cómo has conseguido trabajo?
Un día en la Acrópolis un grupo de catalanes me ofrecieron darme 60 euros a cambio de hacerles una ruta por la ciudad, porque querían a alguien en español que conociera y amara Atenas. Aquel día disfruté tanto que al día siguiente me puse a echar curriculums. No soy guía de monumentos porque para eso necesitas tener unos estudios específicos, pero soy feliz ayudando a la gente en Atenas a estar bien, a sentirse como en casa. Quizás en el futuro me plantee ampliar mi trabajo y estudiar algo más para ser guía de sitios arqueológicos. De momento estoy bien así.
¿Cómo has encontrado alojamiento?
Atenas tiene unos precios increíbles. De verdad! Claro que yo vengo de Madrid, donde pagaba 840 euros por un piso en Alcalá de Henares. Aquí por 250 euros encuentras pisos de 2 y 3 habitaciones. La mejor forma es buscar en los anuncios que hay en las calles y en los periódicos. Y llamar, llamar directamente. A los griegos eso de comunicarse por email no les va mucho.
¿Es fácil hacer nuevos amigos? ¿Algún consejo?
Es muy fácil. Los locales siempre están dispuestos a compartir y además Atenas está llena de gente de todo el mundo. El mejor consejo que te puedo dar es que no metas temas religiosos ni políticos. Si eres de España tendrás un punto extra para las relaciones, aman nuestro país y nos consideran sus hermanos.
Venga mójate: lo mejor y lo peor.
Lo mejor:Las huellas de la Grecia Clásica y todo lo que ello significa, para alguien que se ha criado leyendo a Homero, vivir aquí es un sueño, La historia que es para mi punto de vista, el mejor apoyo para este país cuando se tambalea. Las playas, el mar, la comida, la gente, la música. No puedo elegir solo una cosa! Es muy difícil para mi. Espiritualmente hablando es muy importante para mi estar en la tierra de donde viene mi tradición. La tierra de donde son mis Dioses y mis ancestros espirituales.
Lo peor: La posición que tiene la Iglesia en el país. Independientemente de que no sea mi religión, creo que nunca lo religioso tiene que estar mezclado con lo político. El día que este corte sea más que evidente, Grecia avanzará a pasos de gigantes.
Un prejuicio que te resultó totalmente equivocado.
Más que un prejuicio mejor otra cosa algo curiosa,los griegos no rompen platos. La mayoría ni siquiera sabe de donde les viene esa moda y de hecho aquí en los restaurantes es mejor que no se te ocurra hacerlo.
¿Qué es lo que echas más de menos de España, tu país de origen?
Pues a mis amigos, el jamón serrano, los precios de los supermercados y la sanidad! Si señores, se que es difícil de creer pero ¡la sanidad!
¿Cómo es tu vida cotidiana?
Tranquila. Trabajo, homeschooling en casa con mi hijo, paseos eternos con mi pareja por las faldas del Acrópolis, tardes y noches con amigos en mi casa o en casa de alguien con una botella de vino y miles de cosas por contar, dos domingos al mes participo de una comunidad politeísta helena llamada Labrys, donde se hacen ceremonias públicas a los Dioses de la Antigua Grecia.
¿Con qué frecuencia te ves o comunicas con tu familia? ¿Qué medios de comunicación utilizas?
Intentamos ir una vez al año, pero el último año se nos complicaron las fechas y no hemos podido ir. Hablamos por Skype, o por Whatsapp, también vemos que pasa en Facebook lo cual nos ayuda a seguir estando cerca de los que nos hemos dejado allí.
Sobre tu blog Aster Heras, ¿Qué te llevó a empezarlo? Y ¿Qué representa para ti escribirlo?
Empecé a escribir Aster Heras como una forma de compartir mis pensamientos acerca de mi camino espiritual y de mi vida privada. Se llama Aster Heras porque es el nombre que los griegos le dieron a Venus en la antigüedad. Venus es la primera luz en aparecer y la ultima en marcharse, por eso elegí ese nombre, siempre he usado la escritura como forma de existir. Cuando venirme a vivir a casa, a Hellas, se convirtió en mi diario de viaje.
¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren instalarse allí?
Ahórrate unos cuantos problemas e intenta aprender un poco de griego antes de venir. Por supuesto el inglés es imprescindible ya que aunque mucha gente habla español, para trabajar lo vas a necesitar y para la vida diaria hasta que te manejes con el griego también.
Arregla tu tarjeta sanitaria europea e incluso guarda un pequeño presupuesto para emergencias sanitarias. Tráete ibuprofeno (y si eres mamá un cargamento de Dalsy) aquí es casi como una droga. Traduce tus títulos universitarios y si puedes trata de hacerlos oficiales en Grecia desde España. Un buen ebook con libros en Español o Inglés porque no podrás comprar los de papel por un tiempo.
Pregúntate que te trae a Grecia. Que es lo que Grecia tiene que darte o que puedes darle tu a ella. Ella lleva andando por la historia del mundo al menos 4000 años. Si encuentras tu motivo, quizás te pase que con el tiempo encuentres aquí tu casa.
